domingo, 26 de mayo de 2013

Resquicio y cartel de Fahrenheit 451 en Relieve

El tiempo inexorable agita las ramas temporales de cada momento que vivimos. Así hace ya más de un mes desde la performance lectora de Fahrenheit 451 en Relieve. Entonces tuvimos, a pesar de la señalada fecha del 23 de abril y la escasa asistencia, una respuesta en esencia de lo más reveladora y con brotes inequívocamente optimistas. En primer lugar, todos los que de una forma u otra se dieron cita aquel día, se enteraran a través del blog, los correos o simplemente pasaban por allí, transmitieron a los otros su entusiasmo y ese contagio al optimismo coloreaba de poesía todo el parque o Isla Jardín del Poniente.
2º Cartel, puesto en la biblioteca obra de Daniel F. para
la performance Fahrenheit 451 en Relieve.
El comienzo no pudo ser mejor. Al abrir, me encontré con un anónimo cartel que, imagino con cierta dificultad, su autor, puso através de la reja o cancela de la Librería Relieve y pegó éste al cristal. Ahora, después de conocer la autoría, descubro, que no sólo había un cartel en la librería, el espontáneo colaborador del evento (un joven que en adelante, tendrá atributos de aprendiz de ayudante AdA), había dispuesto otro de igual belleza compositiva. Un papel de estraza o craft hecho trizas en su perímetro que coloreó y dio forma de esta guisa: vean.

He de añadir también, que el otro cartel, muy a mi pesar, fue sustraído. Bien, amparado por la impunidad de la noche una vez echadas las cancelas o, aprovechando un descuido del octogenario y cinco años más librero. Ignoro si éste, no le ocurrió igual suerte, pero al menos esta imagen, como tanto como se pierde sin ser visto, da buena FE de ello. Gracias AdA.


jueves, 16 de mayo de 2013

La 'isla' Relieve abre las tardes al jardín poético

Abril pasó y mayo está en ello. Abril, lo que se dice abrir, Relieve, nunca dejó de hacerlo. Cerrada, a pesar de echadas las cancelas, nunca estaba. Abierta la librería. O abierto –como él, el librero Pepe–, discutía conmigo, si lo correcto era usar la a o la o. A mi me gustaba la (*) . A él la va convenciendo también. Pues bien. He de decir que a pesar de que algún día la Librería Relieve parece estar cerrada, la realidad es, como fue así siempre, que está abierta y bien abierta. Más incluso diría yo que, me gusta tanto esta expresión:

ABIERTA DE PAR EN PAR

La mañanas, la isla de los libros, en la isla del Poniente, abre como siempre. Esto es, cuando el librero llega y echa la mano al bolsillo para coger el manojo de llaves y como si fuera a jugar con un taco de billar, sortea con malabares el paso de periódico y cartera que le permitan abrir a la primera. Esta ceremonia tiene lugar todos los días y lo hace en el más absoluto anonimato de cuantos circundan a prisa la Plaza o el Jardín del Poniente. Ese punto negro (que diría poeta y música Lhasa), no en vano, con el frío lleva su inconfundible boina, aparece y desaparece del parque sin apenas toparse con nadie. Quienes le conocen, siempre reciben el encuentro con un alegre saludo, etcétera. Podría seguir anotando palabras sobre Pepe, pero no pretenden ser éstas, extenderse en estos términos que bien podían tacharme de biógrafo o escribidor de paradojas y nada más lejos. Eso sí, entre otras, lo fundamental de este ánimo por escribir unas pocas no es otro que

RELIEVE ABRE LAS TARDES [ ... ]


[ ... ] al jardín poético.

(*) No crean que no me alegra el que Pepe sienta cierta simpatía por esa 'A' de ABIERTA, casi tanto como el que al fin acceda a colgar el cartel en galego que a continuación detallo.

"Abrimos cando chegamos, pechamos cando nos vamos; si veñen e non nos atopan é porque non coincidimos".
Si bien esto ya se publicó entonces, ahora cobra sentido y al menos no
lo había perdido. Los horarios, inevitablemente son aproximados.
Si alguien tiene el interés en ir a otra hora, pues si podemos estaremos.